Indudablemente, la respuesta directa es "sí": se puede preparar oposiciones de manera autónoma.

Sin embargo, antes de embarcarse en un desafío de tal magnitud, es fundamental considerar varios aspectos:

• Características personales y método de estudio. Estudiar oposiciones por cuenta propia puede ser apropiado para aquellos que posean o identifiquen con algunas de estas cualidades:

  • Eficiencia organizativa
  • Perseverancia
  • Autonomía en la motivación
  • Preferencia por el estudio individual sin depender de un entorno grupal.

• Antecedentes. Si es la primera vez que os enfrentáis al estudio de oposiciones, podría ser beneficioso buscar el asesoramiento de una academia o tutor. Así, podréis adaptaros a un enfoque estructurado que facilite vuestros primeros pasos y resolver dudas del temario. No obstante, si ya poseéis experiencia previa, el estudio autónomo puede resultar más sencillo.

• Naturaleza de la oposición. Aquellas oposiciones que son relativamente más sencillas y cuyos exámenes son principalmente teóricos podrían ser las más adecuadas para una preparación autónoma. Pero hay excepciones:

  • Oposiciones con numerosos ejercicios prácticos o pruebas psicotécnicas. En estos casos, es conveniente considerar una institución especializada. Por ejemplo, las oposiciones para las Fuerzas de Seguridad.
  • Oposiciones de alta complejidad o de nivel medio-alto. En estas situaciones, es recomendable pensar en una academia o un tutor especializado en oposiciones.

Si habéis optado por abordar las oposiciones de forma autónoma, hay varios consejos que pueden ser clave para estudiar efectivamente y mejorar vuestras probabilidades de éxito.

A continuación, os los presentamos:

1. La clave está en la organización

La organización es esencial en cualquier proceso de estudio, pero cuando se aborda de manera independiente, es aún más crítica. Es una maratón, no un sprint, así que es fundamental tener una planificación clara para aprovechar al máximo cada minuto y cubrir todo el contenido.

Recomendamos que esbozéis vuestro plan de estudio, señalando:

• Horas y días de estudio por semana
• Intervalos de descanso, esenciales para mantener la eficiencia mental
• Metas específicas a corto y largo plazo
• Mecanismos de seguimiento y revisión de progresos. Considerad herramientas como el opotracker para controlar vuestro avance.

2. Concentración y motivación, tus aliados

La dedicación y el deseo de lograr el objetivo son vitales. Algunas sugerencias son:

• Optar por un entorno sereno y libre de distracciones
• Fomentar la absorción activa de información y evitar las largas horas sin foco. Técnicas como el método Pomodoro pueden ser útiles.
• Recordar constantemente por qué habéis empezado este viaje: el premio de un puesto de funcionario.

3. Seleccionar materiales de calidad

Una preocupación común es cómo y dónde obtener materiales de estudio adecuados. Hay editoriales especializadas que ofrecen recursos para casi todas las oposiciones. Aseguraos de que los materiales:

• Estén actualizados según el último programa oficial
• Sean de alta calidad y comprensibles
• Sean concisos, eliminando información innecesaria

No olvidéis otros recursos útiles, como resúmenes, tests, cuestionarios y exámenes anteriores.

4. Repasar es vital

Evitar olvidar lo aprendido es fundamental. Por ello, es crucial incorporar repasos regulares desde el comienzo. Las semanas previas al examen deben ser de revisión intensiva.

5. Estar dispuestos a adaptarse

Si, a pesar de vuestro esfuerzo autónomo, sentís que necesitáis un enfoque diferente, siempre podéis considerar otras alternativas, como un preparador personal o una academia. No es un retroceso, sino una adaptación para maximizar vuestro éxito.

Finalmente, hay quienes optan por preparar las oposiciones sin coste. Es una opción que ahorra en inversión financiera pero requiere un compromiso temporal y mental más intenso. Independientemente de vuestra elección, ¡buena suerte en vuestro empeño!